lunes, 5 de marzo de 2012
La Transcapacidadtransgrancanaria-2012.
http://www.youtube.com/watch?v=ei2HwqPRaek
http://www.laprovincia.es/deportes/2012/03/06/lazarillos-
He tenido la satisfacción de ser la primera persona con ceguera absoluta en participar en la prueba reina de La Transgrancanaria, más exactamente, en su desdoblamiento dirigida a la discapacidad, denominada: La Transcapacidad. Mi criterio, aún a pesar de no haber podido finalizarla a causa de una lesión, es, que si ciertos aspectos del recorrido no se modifican a tenor de la experiencia piloto; tal y como inicialmente combine con su coordinador: Borja González, la participación de futuros atletas, queda absolutamente condicionada. Es decir, es inviable. Desde aquí, solicito a la organización, que continúen lo iniciado. Estoy convencido que con algunos retoques perfectamente asumibles, La Transcapacidadgrancanaria, puede ser el referente nacional de carreras de ultratrail para el gremio deportista discapacitado y muy concretamente, para los sensoriales. Quizás, no deje pasta para aburrir, pero los réditos sociales, son multimillonarios para quien lleve la bandera de la normalización.
Mi intención es la de volver en la próxima edición del 2013. Me anticipo al objetivo echo de afirmar que si no se trabaja en la línea antes reseñada, yo, o cualquier ciego que participemos en alguna de las modalidades de 96 o 123 km, aún respetándonos las lesiones o accidentes, no alcanzaremos la meta dentro del tiempo estipulado de 24 y 31 horas respectivamente. La dificultad técnica-orográfica es de tal magnitud, que tal y como hoy día está diseñada, para nosotros es: una misión imposible.
Según la ONS. el 9% de la población mundial, son seres humanos discapacitados. Solicito un deportivo y valiente paso adelante de todas las personas implicadas en eventos tan interesantes.
Rafael Falcón, del diario insular Canarias 7, me preguntó:
¿Qué sabes de las dificultades orográficas de La Transgrancanaria?
Lo primero que me vino a la cabeza fue:
“No tengo ni idea”
Puedes decirle a un ciego, que el Himalaya, es una cordillera soberbia con tejas en la cúspide a más de 8 kilómetros de altura; que si no escala una de sus cumbres, no asimilará la dureza de trepar por la roca.
Puedes contarle a un ciego, que el cielo, es infinito; que si no lo metes en una nave interestelar, no comprenderá lo absurdo de la palabra.
Puedes decirle a un ciego, que el mar, es enorme y profundo; que si no lo metes en un barco y lo hundes, no captará el concepto: ingravidez.
Si a un ciego, le refieres las dificultades que se va a encontrar en una prueba de ultrafondo calificada como una de las cinco más duras del mundo en cualquiera de sus modalidades, pensando que va a encoger el culo, es, que, ni conoces a los ciegos, ni conoces, a Ciegoaventura.
Lo que trato de hacer entender a los no ciegos, es que no es suficiente describir el terreno y las peculiaridades orográficas de un circuito sea cual fuere que, si no se hace patente mediante su toma de contacto insitu, no será nunca jamás posible el alcanzar a comprender todos sus matices por parte del competidor sensorial, máxime, si este, es total.
“Llegué, pateé, y reventé”
Si alguien volviera a preguntármelo, creo que podría decir unas cuantas cosas de esta competición. Ahora, sí.
Como entre ciegos anda el juego, te voy a intentar orientar hasta donde mi particular experiencia alcanza; con salida desde la playa Del Inglés. Usaré el lenguaje descriptivo más exacto que me sea posible. ¡A lo ciego!
Comenzaremos por tu preparación física y mental. Es primordial la una, como la otra. Si en alguna de ellas flaqueas, no conseguirás llegar a meta; salvo, por una lesión o Dios no lo quiera, por un accidente. Si los corredores videntes se preparan como mulos, tú, debes hacerlo como un dinosaurio.
Trabaja insistentemente la flexibilidad, potencia y resistencia de todo tu cuerpo. ¡Y los cuadriceps! ¡OH Dios con los cuadriceps! Sube y baja escaleras como un poseso. Puedes encontrarte tan colocado por la adrenalina que no seas consciente de la metamorfosis de tus rodillas.
Como lo más probable es que dispongas de poco tiempo para entrenarte además de las dificultades obvias para que te lances a patear montaña, usa todos los medios a tu alcance que te ayuden a conseguir una mejor preparación física: acude a un gimnasio, en tu casa, por la calle, cuando te traslades en un transporte público, etc. Puesto que habrás de utilizar el bastón a modo de tercera pierna, no te olvides de potenciar con la misma dedicación que a tu parte inferior del cuerpo: los hombros, trapecios, cuello y, antebrazo, con una especial dedicación, a tus muñecas.
Ponte en situación, la mayor parte del circuito en las modalidades de 96 y 123 kilómetros, son cuestas (escalonadas) con desniveles de hasta un 30%. No hay que andar muy espabilado para comprender que caminar en lugar de correr, será lo que buenamente puedes hacer. Los primeros 31 Km. son bastante propicios para conseguir una buena media pero incluso aquí, te verás obligado a relentizar el paso en considerables tramos. Y, a partir de esta referencia kilométrica, comienza para ti el verdadero suplicio.
El terreno es durísimo y muy seco. Cuando atravieses barrancos respirarás con dificultad ya que hay muchísimo polvo en suspensión. Permanentes corrientes térmicas van a condicionar en pocos metros la temperatura de manera que ten a mano algo de ropa ligera muy transpirable que te alivie del repentino bailoteo de frío-calor; cuida especialmente de pecho, cuello y cabeza, atiéndelos con devoción si no quieres pillar un buen trancazo.
Como puedes comprobar, entro de puntillas en generalidades para que vayas haciendo boca. Más tarde, te iré concretando por tramos las peculiaridades de la carrera así, como los nombres propios de cada zona por la que vas a transitar para que por tu cuenta también puedas adquirir más información pero, créeme, que con todo y con ello, no te harás una idea absolutamente real de la dureza del temita que nos trae a cuenta; no, hasta que lo pises.
Permíteme un consejo de colega a colega, mi valiente y confiado compañero:
¡NO, NUNCA! Des por aceptable y definitiva las referencias relativas a la dificultad tan descomunal que supone la carrera. Salvo si vienen de quienes se identifican con nuestro mundo, que por ser peculiar, si no estás perfectamente orientado e identificado con el medio a recorrer, te vas a llevar con entera seguridad, un gran susto.
Yo tuve junto a mí, un equipo de formidables atletas, sin embargo, aún a pesar de su experiencia sobre el terreno que íbamos a pisar, mi inicial valoración de la carrera fue un tanto equívoca. Y esto resultó así precisamente por lo que anteriormente apuntaba. No habían tenido nunca una colaboración semejante. Amén, de mi desconocimiento palpable de Las Canarias; todo, fue uno.
No trato de justificarme ni lo pretendo, para aquellos que vieron en mi demora (fuera de control), el desaliento o falta de preparación física, a ver si de una vez por todas empezamos a ser realmente conscientes que los discapacitados, sin ser idénticos, somos iguales a los demás pero, sin la necesaria ayuda y comprensión, seguiremos por siempre siendo "los subnormales" en cualquier faceta de la vida.
Recuerda esto, no ciego:
Tu puedes ser el siguiente en la lista de admitidos en mi mundo limitado. De tí depende que si aquí vienes por azar de la vida, este ámbito esté mejor adaptado.
Tu preparación psicológica, no requiere menos atención que tu cuerpo. Piensa en tu mente como si se tratara de un músculo más pero, FUNDAMENTAL... Si has llegado hasta aquí sumando experiencia de otros eventos, te ayudará pero, salvo que tengas en tu haber circuitos muy semejantes por Pirineos, Picos de Europa, etc., me temo que tendrás que trabajarte desde menos 0. Te puedo contar que lo que a mí me ha venido genial es pasar mucho tiempo a solas con mi perro guía por el monte, abandonándonos a los silencios de las horas, especialmente, en la noche. No hay fórmula mágica. Tu actitud ante la vida, es lo que vale. Los atletas, si algo seguro saben de la vida real, es sufrir en silencio. ¡Muerde y traga saliva! Y cuando el dolor sea insoportable: para y, ¡Sácalo!
Reconozco en estas palabras un tufo épico. Impregnados de altos valores morales y ensalzamiento del ego. ¡Ya sabes!: coraje, valentía, determinación, blablablá, blablablá. No te líes, amigo. Igual tu gasolina además de una buena bolsa testicular o un magnífico ovulador, terminen siendo los sentimientos por tus hijos, tu pareja o tu madre o padre ya desaparecidos.
Antes de continuar hablándote de la carrera, es conveniente que tratemos otro asunto no menos importante: tu material deportivo; amén, de los cuidados de tu cuerpo.
Calzado:
En tiendas especializadas, te van a recomendar que uses zapatillas de treeking un número mayor que el tuyo. ¡Bien! Es, un consejo aceptable. Pero, NO para La Transcapacidad de La Transgrancanaria. Entre tú y yo, no necesitamos recordar que somos unos jodidos ciegos y ellos, unos videntes muy espabilados con grandísima experiencia en aconsejarnos; que han quemado zapatillas junto a nosotros. ¡Ya me entiendes!
Te sugiero dos clases de calzado muy diferentes y me anticipo a pensar que, me lo vas a agradecer.
Como tendrás que mandar una mochila por delante para hacer uso de ella en El Garañón, deberás de llevar encima los dos pares. Sí, es un peso añadido, sin embargo, la carrera que vas a hacer difiere en buena medida de la que disputan los demás competidores no ciegos. Te preguntarás ¿Por qué? Pues mira, porque tú, aunque te encante correr, la mayor parte del circuito lo vas a tener que patear andando; ¡Sí o sí!. A no ser, que quien esté leyéndome ahora pase por Kamicace.
Comienza la disputa con zapatillas de treeking que sea un número mayor que el tuyo. Muy livianas y aireadas. Si hubiera previsión de lluvias, pasa de ellas y cálzate el otro par. Búscalas que tengan plataforma ancha y un buen taco. Los primeros 31 km, son lo suficientemente generosos como para conseguir una buena media; por aquí, si que puedes corretear.
El segundo par; dos números mayor que el tuyo, te recomiendo sean unas botas de montaña de caña baja, lo más aireadas posible y con buenos refuerzos laterales y frontales. Procura que tengan un gran taco. Estas son, las que será mejor que uses a partir de esos: 28 kilómetros.
A las primeras, extrae su plantilla. Como primera capa sitúa una talonera de silicona. Encima, una plantilla ortopédica. Para las botas usa el mismo asiento pero cubriendo la ortopédica con una buena plantilla de corte deportivo, como por ejemplo: la de treeking que quitaste. Como los tobillos te van a bailar claque, elevar tanto el pié, conlleva riesgo de esguince de tobillo o rodilla pero, tú eliges; puedes trabajar insistentemente la elasticidad de tus articulaciones además de evitar en lo posible machacarte los dedos, literalmente.
En el interior del calzado reparte unos pellizcos de la mezcla consistente al 50% de polvos de talco y ácido fólico; lo consigues en farmacia con receta previa. No aceptes marcas comercializadas porque con toda probabilidad, son productos destinados a personas con problemas en los pies y no, para deportistas. Y es que lo que vamos a intentar es conseguir que nos suden los pies lo menos posible de modo que, nos salgan menos ampollas, menos heridas por rozamiento y reducir al mínimo la aparición de hongos; ¡Pero ojo!, que nunca entre en contacto la piel con esta mezcla; podría producir quemaduras locales.
I Capa:
Con esparadrapo de tela, encíntate el pié tan solo la molleja por debajo de los dedos y algo del empeine.
II Capa:
Embadurna generosamente de vaselina de gran calidad todo el pié hasta por encima del tobillo; con especial atención entre dedos.
III Capa:
Tobillera con cintas cruzadas.
IV Capa:
Calcetín fino de seda.
V Capa:
Calcetín del denominado: antiampoyas.
VI Capa:
Defensas del tobillo. Se calzan como tobilleras pero no sujetan sino que protegen la articulación de golpes directos.
Piernas:
Te recomiendo maya larga mandando una corta por delante. La temperatura oscila en más de 10 grados por la noche entre barrancos; amén de corrientes térmicas muy bruscas. Evitarás en buena medida escocerte y son más cómodas que un pantalón. ¡Pero olvídate, no te protegerá de arbustos y menos de la roca.
Depílatelas o lo puedes pasar mal con los tirones que te den los masajistas. Preocúpate de mantener su piel bien hidratada y el día de la carrera,dales una buena capa de crema.
Llévate rodilleras de neopreno que aunque te den calor, te protegen con bastante efectividad de golpes en la rótula. Si las pones por encima de la maya, te será fácil manipularlas dejándolas caer cuando no las necesites o, volviendo a colocarlas cuando sean necesarias.
Zonas íntimas:
El tanga deportivo funciona de maravilla. Y si necesitas parar, resulta muy cómodo. No confundir con los bóxer o con los calentadores. Estos carecen de la línea de tela trasera y sujeta la de adelante por dos tiras laterales que se funden con la cinturilla; dejando el culo totalmente despejado.
Embadúrnate generosamente de vaselina entre las piernas y cintura. Así, evitarás con casi entera seguridad escocerte.
Tronco y extremidades superiores:
Te va a parecer cuanto menos, curioso. ¿No es cierto que la creencia general sea la de que las canarias son un cálido lugar? NO te confíes. Durante el día, se está genial. Pero en la noche, nos puede bajar la temperatura a 5 graditos muy tranquilamente; añádele corrientes húmedas entre barrancos.
Te recomiendo vistas directamente una doble capa de camisetas térmicas, al menos una de ellas de manga larga. En la mochila, una tercera o un liviano forro polar.
Date una buena capa de crema hidratante con especial atención a cuello y axilas.
Circuito de la carrera.
-Playa Del Inglés-:
Son unos 5 kilómetros entre dunas hasta alcanzar el faro de Maspalomas.
Para evitar la entrada de arena en el calzado, sugiero enfundarse las piernas en bolsas de plástico fuerte como las utilizadas por algunos grandes comercios de comestibles para hacer la compra; precintándolas en su parte superior con esparadrapo. Al finalizar el tramo retirarlas depositándolas en una papelera.
-2 Kilómetros por ciudad-:
Trecho llano sin dificultad salvo por algún escalón ocasional.
-Canal-:
Pasaremos por el fondo de un barranco que en caso de lluvia canaliza el agua hasta el mar. Si llueve intensamente el día de la carrera o en jornadas anteriores, habríamos de atravesar su longitud de 2 kilómetros con agua hasta las rodillas. El suelo es irregular poblado por piedras de toda condición, predominan fragmentos de roca suelta no dejando un centímetro sin cubrir por lo cual, tobillos, rodillas y caderas, bailotearán bruscamente e insistentemente.
-Pista forestal de tierra-:
Tras haber dejado el canal, seguiremos la marcha por una pista de unos 21 kilómetros. El promedio de su desnivel será más menos de un 7%. El suelo por lo general es bueno, si bien, se hace incómodo al pasar por una cantera que nos matiza la superficie de graba. Otras dificultades podrían ser las huellas dejadas por vehículos pesados y todo terreno. Si llueve, podemos encontrar al ir cruzando por el fondo de barranqueras, charcos de lodo. Cuando hallamos dejado atrás el minúsculo asentamiento de Fataga, las corrientes térmicas se irán dando a conocer. El polvo en suspensión es constante y denso aunque irá asentándose según tomemos altura.
-Presa de Ayagaures-:
Hasta aquí, hemos venido ascendiendo casi siempre, ahora, 3 kilómetros antes de la presa, descendemos suavemente. El piso está marcado por huellas de vehículos con el consiguiente riesgo de torceduras de tobillos y rodillas.
-Presa de La Gambuela-:
desnivel de más menos un 10%. Finaliza el asfalto y comienzan caminos de constante y muy fuertes subidas.
-Subida Del Diablo-:
Son 8 kilómetros de ascensión escalonada. Un más menos 12% de desnivel. Ponte en situación, es lo mismo que subir un edificio de 8000 escalones; Bien, no serán tantos pero las severas sensaciones en pies y, sus dedos, serán de extrema virulencia. El continuado golpeteo del calzado contra la roca volcánica, recalentarán los pies como masa de pan. Lo más probable es que un mes después de la carrera, tires “todas” las uñas de ambos pies.
Los cuadriceps, gemelos y glúteos, te llevarán hasta la máxima expresión del agotamiento y dolor. Tu preparación de Alma y mente, serán, fundamentales o, te quedas seguro, en San Bartolomé De Tunte.
-Degollada De La Manzanilla-:
Es la cumbre donde acaba la Subida Del Diablo. Ahora, toca bajar. Serán 6 kilómetros muy técnicos. Descenso escalonado con abundante piedra suelta y arenisca que favorecen peligrosos resbalones. Los dedos de los pies ya tocados, te transmitirán oleadas punzantes muy flageladoras. Los talones que hasta este momento no se habían echo notar, rebotarán entre grietas, transmitiéndote inmisericordes, punzadas de dolor a los tobillos. Aquí, podrías dejar olvidado alguno de los tacos de tu calzado. ¡No te digo más!
En este tramo de la carrera, tus reflejos tendrán tanta prestancia como tu fuerza. Recomiendo muy encarecidamente, que antes de iniciar esta fatigosa bajada, despliegues suficientemente el bastón, tendrás que afrontar ángulos de apoyo muy amplios. Si no llevas los guantes puestos, cuenta con toda seguridad, que se levante la piel de las manos.
-San Bartolomé De Tunte-:
La entrada al pueblo discurre por callejuelas muy estrechas y, muy cuesta abajo.
Saldremos por la parte opuesta de la población por la que entramos. Nos aguarda una cómoda carretera ascendente pero será este, un corto recorrido de unos cuantos cientos de metros.
-Camino De Santiago-:
Inmediatamente después de abandonar Tunte, afrontamos un nuevo reto. Se trata de, una vez más, una subida escalonada de 5 kilómetros con un desnivel de más menos un 12% con picos de hasta un 15-18%. La pregunta que te harás será del estilo de: ¿Quién coño me mandará meterme aquí?
A vuelta con las patadas a los escalones. Precaución con roca lateral, corta como navaja de barbero viejo.
-Llegada al cruce-:
La Bajada a las grandes presas no te las puedo describir. La demora en función del tiempo establecido era tal, que nos vimos obligados a abandonar el circuito de los 123 km para conmutar por el de 96 km. Ya habíamos llegado a Tunte fuera de control, lo que suponía, estar fuera de la carrera oficialmente. De lo que se trataba era cuanto menos de acabar llegando a meta. Si al día siguiente no hubiera tenido el avión de vuelta, sí que hubiéramos intentado seguir el recorrido de la 123; aunque ello hubiera supuesto de respetarme la lesión de rodilla que se produjo más adelante, el llegar a Las Palmas, en 50 horas.
-Subida de La Plata-:
Lo que se nos viene encima, NO es una cuesta escalonada ni, una ascensión complicada, es, una jodida muralla.
Con sus 7 kilómetros y un desnivel que puede estar rayando picos del 30% teniendo su media en un más menos 18%; podemos estar seguros de encontrarnos ante una eficaz herramienta anti ciegos.
Sus 3 primeros kilómetros y el último, son los más abruptos y peligrosos. No tienes otra que no arriesgar. Te encontrarás zonas de estrecho paso de más menos un metro con vertientes laterales muy verticales; (Caída al vacío)
La continuada ascensión escalonada. Los perfiles irregulares, rasgados, agrietados y frecuentemente, reducidos puntos de apoyo fiable de la superficie del suelo. La más que generosa proliferación de virutas pétreas de diversas formas y tamaños, incidirán a cada paso, presionando, golpeando machacando, cada uno de los puntos nerviosos de tus pies. Añádele, el cansancio acumulado.
¡No hay palabras!
En este tramo de la carrera, fue donde mis zapatillas se dejaron varios tacos, no soportaron más presión desgarrándose la suela y, desprendiéndose la zona protectora frontal. No me aventuraré al anticiparme si te afirmo que será aquí, donde tu disputa sigue, o, finaliza.
-Pico De Las Nieves-
Hemos alcanzado la cúspide de la isla. Son: 1949 metros de altitud.
La emoción es desbordante. Hemos sufrido pero la conquista de este alto nos acerca a la Gloria.
Aunque ahora toca ir descendiendo hasta Las Palmas, no siempre será cómoda tan aventurada bajada. Sino, todo lo contrario. Será un continuado tobogán, es decir, un permanente rompe piernas.
Hasta ahora, el pundonor ha sido el más fiel aliado de nuestros cuádriceps. La adrenalina, nuestro inhibidor ante el creciente dolor. La moral siempre alta, agradecida y estimulada desde el batir de palmas y voces de toda la gente que nos va saliendo al paso. Sus ánimos son chorros de combustible para el Alma.
Tantos y tan variados sentimientos épicos nada pueden cuando las fuerzas llegan al límite. Ese punto donde hemos de permitir que aparezca el héroe que todos llevamos dentro.
Acabaremos agarrándonos al último clavo de toda desesperación humana: Nuestra gente más amada. Nuestros muertos, apuestan por nosotros.
Seguimos camino comenzando el descenso por una carretera. ¡Ah!, La alegría es poca en casa del pobre. Enseguida pisamos tierra; saltando por un quita miedos galvanizado.
Aún nos quedarán unos 3 Km para llegar al Garañón.
Una vez hayamos dejado atrás el quita sustos, emprendemos una pronunciada pendiente sumamente resvaladiza. Se trata de un corta fuegos que como culebra asustadiza, nos precipita ladera abajo viajando por un bosque muy agradable aunque para nosotros los ciegos, con escaso interés aromático.
Ponte en situación, la senda-corta fuegos, es lo mismo que esquiar sobre arena finísima, recortada de tanto en cuanto por cascadas de bordillos redondeados que, maximizan el riesgo de caídas culeras. La mejor manera de tomarla es la de caminar como los patos, es decir, mete talones ladeando empeines y sacando hacia fuera las punteras. Para ello, la flexibilidad de tobillos es, imprescindible.
Por fin, ¡Un poco de superficie plana!
Todo el conjunto de músculos, tendones y nervios, lloran de felicidad ante la expectativa de poder disfrutar de unos pocos centenares de metros: lisitos, sin putas piedrasy sombra generosa sin tacaños barrancos que te la disputen. No puedo por menos que expresar la oda de la alegría:
¡JODER! ¡QUE GUSTO!
-El Garañón-
Se trata de una zona arbórea salpicada por multitud de cabañas. La entrada al complejo turístico es a través de una puerta defendida por un mini bordillito. A estas alturas, ¡Tonterías las justas!
-Cruz De Tejeda-
Llevamos unos kilómetros de subes y bajas para posicionarnos sobre este singular y enigmático paraje.
Las vistas, según creo, son fascinantes. En el ocaso, los matices orográficos sumamente abruztos entre donde estamos y el océano, se revisten de llamativos colores preparándose para el abandono gesto que la fresca noche irá depositando en el abismo de barranqueras y prehistóricas ollas volcánicas. Roquenublo, salpicado por protuberancias como cara de adolescente, se expone como Tabla De Flandes. Al fondo, suspendido en el aire entre mares de nubes, el majestuoso Teide.
-Cruz Grande-
“La tortura guanche”
Este último kilómetro no era comparativamente tan duro como para lesionarse. Las rodillas como el deportivo calzado, adquieren vida propia. Y tras debate ajeno a mi voluntad, decidieron por minoría aplastante, cobrarse venganza.
A la gallinita ciega y coja, acometimos con la preocupación en los morrales, (bolsos camperos castellanos), 6 kilómetros de martirio que como a Cristo, nos acercaba al Calvario.
La noche nos abraza ocultando gestos de dolor y rabia. Las primeras lágrimas de impotencia, son reprimidas entre párpados crispados. La voz, replegada entre dientes. Tan solo se escuchan las órdenes de los guías que angustiados empiezan a percatarse de que aquello, se pone feo.
El descenso escalonado es sumamente técnico para más INRI. Nos encontraremos con una bajante blindada de 6 Km. por irregularidades muy pronunciadas que impedirán con eficacia militar, asentar el paso. Ya no eres humano, en realidad, ignoras a qué grupo animal perteneces. De lo único que eres consciente es que te has convertido en un trípode. Tu atención fija su apoyo en el bastón.
El largo tramo, muere en un “laaaaargo” tramo de piedras sueltas. Es, como si se hubiera desparramado un río de tumultuoso cauce dejando recuerdo de su ímpetu, abandonando a la suerte de los meteoros atmosféricos, su enmascarado destino:
El de enriquecer reafirmando tan sugestivo entorno natural. Aún reprimiendo tan gallardos combatientes del esfuerzo extremo y humano.
Fin.
En un lugar de Gran Canaria de cuyo nombre no quiero acordarme, quedó mi rodilla que, con el Alma mía, gritaron de cólera por la prueba no conseguida.
Como consuelo a la razón, permito por una vez, aclamarme ganador de mil injusticias manifiestas cuando a los ciegos se nos niegan, corazón, coraje y valentía, por creernos ellos, tontos del culo, borrachos y, de mala cría.
Seguramente vosotros (Ellos), tengais más razón que un santo. Mas dejadme que os diga esto último:
También, sabemos vivir.
superman/443810.htmlhttp://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=251253
http://www.youtube.com/watch?v=8Vybp7uCg7s
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