Haremos uso de ruta 1 para ubicarnos al pié del carril que nos llevará hasta el Alto de los repetidores o, conocido también como Alto o Cruz De La Degollá.
A la altura de las ruinas del molino de harina ya referidas en ruta 1, donde bien podemos dejar el coche, justamente en frente al otro lado de la carretera, encontramos su demarcación. En apariencia, parece una pista forestal asfaltada más. Enseguida, a pocos metros, se transforma en un pedregal. Los hielos del invierno, las lluvias del otoño, los calorros del verano, amén del descuidado mantenimiento de la pista por quien corresponda, han favorecido la entera desaparición de suelo plano para convertirse en un camino de cabras.
Serán 10 km de ida y vuelta (ruta lineal); con desniveles de hasta un 25X100. Ruta de dificultad media-alta. No accesible para sillas de ruedas. Interesante para mountain bike y 4X4.
Poca sombra, llevar agua.
Desde la cima contemplaremos toda la Alta Alcarria. Las cercanas poblaciones se extienden sobre una bandeja de perfiles orográficos multicolores. En la lejanía: el mar de La Mancha (pantanos de Entrepeñas y Buen Día).
Abajo, siguiendo la ancha y profunda andanada, encajado sobre viejas moles de roca caliza: el monasterio de San Miguel. Y, una buena población de buitre Leonado. Son vistas por las que merece la pena machacarse un poco los gemelos.
Ruta 2
"CÁMPING LA DEHESA. ALTO DE LOS REPETIDORES". CONOCIDO TAMBIÉN COMO "CRÚZ DE LA DEGOLLÁ". PRECIOSO
Índice de dificultad media.
Pista forestal en muy malas condiciones). No accesible para sillas de ruedas y senderistas con dificultades al caminar.
Recorrido lineal.
Desde el comienzo de la ruta:
10 Km ida y vuelta.
Desde el “Camping La Dehesa”:
17 Km ida y vuelta.
Llevar agua. No hay fuentes.
La sombra dependerá del trazado de la pista.
El coche se puede dejar en el molino de agua.
Cuenta la leyenda popular que, la cruz de madera enclavada en lo alto, es en recuerdo de una pastora que allí fue asesinada.
POSICIONAMIENTO EN LA MARCHA
Emprenderemos la ruta desde el Molino de agua, también, conocido como de harina,;
(Ruinas descritas en la ruta anterior).
Parte exactamente desde el camino que encontramos a nuestra derecha, una vez, pasamos al otro lado de la carretera yendo de regreso a Cañamares.
Nos aguarda una ascensión de 5 Km.
En su inicio es camino asfaltado.
La marcha es realmente complicada, dado el pésimo estado de alguno de los tramos:
Marcados surcos paralelos y profundos, como resultado del paso de vehículos pesados. Piedras sueltas. Arenisca. Gravilla. Lugares en donde el asfalto ha
sido reemplazado por cemento. Pedruscotes. Etcétera.
En contrapartida al horroroso estado del piso, hallaremos el camino ancho y bien delimitado. Los elevados bordes laterales de la pista, nos darán suficientes
referencias de los límites que habremos de mantener.
Iremos encontrando curvas muy cerradas que, por momentos, nos obligarán a realizar maniobras bruscas como repentinas.
En resumen, una marcheta dura pero amenizada por el intensísimo olor de los pinos que nos acompañará durante todo el recorrido.
RESEÑA PERSONAL
Durante dos horas, estuvimos reptando por aquél endiablado circuito.
Las grietas en el (asfalto cemento), ponían en crisis la capacidad de adaptación de tobillos, rodillas y cadera.
“Yodo”, (el perro aguilucho), se empleaba a fondo desplegando todas sus aptitudes y gran fortaleza.
Sus patazas, parecían adquirir cualidades más propias de los invertebrados de la familia de los arácnidos.
Desde la lejanía, si alguien nos hubiese contemplado, creería haber visto a un tipo bailando claque siguiendo los pasos de una garrapata gigante.
Tanto más era su adherencia al terreno, cuando mayores eran los enfrentamientos con el suelo.
Paulatinamente, iríamos rascando las copas de los árboles.
El sofocante calor, nos envolvía como sudario.
El referencial ruido de tráfico, había ido quedando atrás; sin embargo, todavía los sonidos desde la carretera llegaban ocasionalmente hasta nuestra posición,
lamiendo la montaña ladera arriba como si se tratase de furtivas y fantasmales apariciones de otra dimensión, espantando toda sensación de aislamiento.
Habían transcurrido unas dos horas, cuando algo comenzó a suceder.
algo, intangible.
Algo, realmente preocupante.
Algo, que iba a poner en riesgo la expedición.
Nos estábamos aproximando “(A los dominios) de Eolo”.
"Las corrientes térmicas ocasionadas por importantes diferencias de temperatura entre el fondo de la hoz y la superficie del estrecho, dan lugar a que
la pequeña meseta que corona el (Alto), sea el permanente lugar donde más se perciban las corrientes del meteoro soplador.
Un golpe fuerte de viento, y podríamos acabar rodando ladera abajo".
Al fin, hicimos cumbre.
Fin de la reseña personal.
POSICIONAMIENTO EN EL LUGAR
"Nos encontramos en zona llana. Si bien, no deja de ser una falsa meseta.
Cuidado.
Al frente e izquierda del final de la subida, es decir, en la cima, ya que tenemos importantes caídas.
Conoceremos que hemos llegado si hacemos uso de alguna referencia tal y como por ejemplo:
En paralelo al camino, y a la izquierda, se sitúa la caseta de los repetidores.
El ruido que proviene desde la propia caseta, originado por los transformadores y la vibración de las antenas que sobre ella bailotean, sacudidas por las
corrientes de aire.
Gran cantidad de arena, dispersa o formando montículos, rivalizando con gravilla y matorral colindante.
"Lo recomendable, sería sentarnos junto a la caseta y, no movernos de allí, salvo, si podemos gozar de ayuda visual".
Muy importante.
“Antes de realizar esta ruta, hemos de informarnos del estado del tiempo.
En verano, la aparición de las señoras de negro-pelo, pueden poner en grave peligro al más experimentado de los senderistas”.
A VISTA DE PÁJARO
El entorno resulta ser "sencillamente" privilegiado.
La quietud y el silencio nos invitan al festín de las emociones.
La epidermis de los montes y llanuras cercanos, exhiben pinceladas del más puro (Expresionismo).
Los colores y texturas nos transportan a vista de pájaro, al imperio de los sentidos.
Desde aquí se divisan las poblaciones más cercanas:
“Priego”
“La Frontera”
“Cañamares”
“Villa Conejos De Trabaque”
En días claros, podría alcanzar a verse el pantano de Entre Peñas y Buen Día. Conocido también como "el mar de La Mancha".
El Estrecho de Priego a nuestros pies y en sus paredes, incontable número de buitreras.
Al frente y abajo, el Monasterio de San Miguel de la Victoria.
¿BAILAMOS?
El retorno, es decir, la bajada hasta alcanzar la carretera, no es precisamente (el desfile de la victoria).
Como suele suceder y en oposición a la creencia de que bajar es más fácil que subir, no será floja en aventurada escapada.
El mal trecho camino, nos irá lanzando su incansable perorata.
Siguiendo el trayecto de la ruta anterior, "Camping De La Dehesa-comienzo Hoz De Priego" retornaríamos al camping sin dificultad.
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