Aunque todos los ríos de la sierra conquense son de aguas limpias y transparentes, las del Escabas, que en su discurrir forma un valle de singular belleza, destacan entre todas, al ser especialmente cristalinas.
Los alrededores son zona de caza mayor.
El río Escabas, nace en “El Parque Cinegético Del Hosquillo”; en el que se encuentran en semilibertad: lobos, osos, muflones, cabras montesas, corzos, jabalíes y ciervos.
En época de intensas lluvias, puede llegar a formarse una espectacular cascada de entorno a unos 50 metros de altura yendo a precipitarse justo en el lugar destinado a los osos. Actualmente, tal vez, ¿A causa del cambio climático? El estado del surtidor es realmente penoso.
El enclave se puede apreciar en toda su magnitud desde el Mirador de “La Peña del Reloj”; podremos localizarlo, a 200 metros de la puerta del parque, por una pista de tierra, marcando hacia la izquierda.
El río discurre entre paredes rocosas en las que anida: El Buitre Leonado, El Águila Real y El Alcón Peregrino; como animales voladores más destacados. Merecen especial mención como criaturas dificilmente observables: El Buitre Ratonero,El Águila Culebrera y El Búo Real.
No tarda El Escabas en alcanzar un área recreatiba muy bien acondicionada, conocida con el peculiar título de “La Fuente De La Tía Perra”.
Al paso del río por “Tejadillos”, descubrimos una magnífica “Dehesa” en la que reposan los restos de lo que fue un albergue.
El tumultuoso caudal, se asoma de improviso con descansado gesto por primera vez, entre marañas arbóreas que destilan holor a resina. Pero, la sosegada apariencia poco le habrá de durar. De perplejidad e impotencia es la mueca del hijo del Guadiela, al dislumbrar, el monumento a “La Madera” de Gustavo Torner. Se trata, de un objeto metálico con forma de cubo soportado por cuatro patas de idéntico material; su nombre: “El Metro Cúbico”.
A partir de aquí, el río se precipita vaye abajo en ruidosa y febril escapada.
Vamos atravesando por pinares expléndidos.
Numerosas torrenteras, se han ido encargando de ir engordando el caudal.
Cerca de Poyatos, y antes de alcanzar “El Camping De La Sierra”, fluye bajo un puente medieval.
Al paso por el desvío de la carretera que conduce a Fuertescusa, se remansa de nuevo, en varias zonas de baño que se encuentran en inmejorables condiciones para el disfrute de todos.
Más abajo, al ir aproximándose a Fuertescusa, transcurre tumultuoso en un estrechamiento que se conoce como “La Puerta Del Infierno” y, que obligó a horadar varios túneles en la carretera, conocidos en la comarca como “Arcos”.
Al alcanzar Cañamares, discurre sereno, siendo utilizadas sus aguas tanto para regadío masivo de grandes superficies de mimbre, lo que provoca el descenso importante de su caudal, como por bañistas que se acercan a sus orillas en busca del tonificante frescor en los rigores estivales.
Cerca de Priego, el río se vuelve a (estrechar) formando una hoz conocida como “Estrecho De Priego”. En lo alto de una de sus paredes alberga el Convento de San Miguel de la Victoria, mandado construir por Fernando Carrillo de Mendoza tras salir con vida de la batalla de Lepanto; observado desde las alturas, por las numerosas águilas y buitres que pueblan la zona.
Tanto en Priego como en otros tramos de su recorrido ofrece a los pescadores unas magníficas truchas. En esta última localidad se encuentra rodeado de rocas y colinas cubiertas de pinos y viñedos.
Cerca de Albendea y del embalse de la Ruidera se une con el río Guadiela.
lunes, 20 de octubre de 2008
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