PRÓLOGO.

Redacción descriptiva realizada por Juan Manuel E.M., Susana María L.R., y Rosa De Lima E.M. (Jalí)”. Con la inestimable ayuda de nuestro perro guía “Iodo”; sin el que no hubiera sido posible el diseño de “Ciego Aventura”. ¡Gracias bebé!
Nuestro reconocimiento y sincero homenaje a todos aquellos que intervienen directa o indirectamente en la preparación de los perros guía.
Estas rutas han sido descritas específicamente para personas con discapacidad, y muy particularmente ciegos o deficientes visuales.
Buena parte de ellas, tienen su comienzo desde el Cámping “La Dehesa” en el municipio de Cañamares, “Cuenca”.
Queremos agradecer la coolaboración del ingeniero informático: Jacintows. El afamado letrado en derecho y gran conocedor del mundo de la radiocomunicación: Tomás. Así, como a Rafa y familia (Gestores del cámping) por su amabilidad.















EL SENDERISMO

Hablar de caminos y de rutas tradicionales, supone echar una mirada a lo más profundo de nuestra historia. Se tratan, de obras civiles de interés social y cultural que forman, en su conjunto, el patrimonio viario de un territorio, el cual, ha sido la base para el desarrollo de los pueblos, adaptándose a la geografía y a las necesidades de los vecinos y transeúntes, como hoy lo son el conjunto de carreteras y autovías.Los caminos, también pueden concebirse como ‘aulas’ de interpretación y conocimiento de los entornos que recorren. Pero, los avances en los medios de transporte, los nuevos hábitos y costumbres en el medio rural, han dejado olvidados a los pequeños caminos, los cuales paulatinamente se van perdiendo sobre el terreno y en la memoria, con grave riesgo de desaparición.El senderismo o sencillamente, el paseo, suponen un uso generalmente extendido para los viejos caminos, demandado por el visitante foráneo de las ciudades cuando se acerca al mundo rural, en busca de actividades de ocio reconfortantes y sensaciones vivificantes, buscando el encuentro con sus habitantes, tradiciones, productos y entornos naturales. Esta actividad, supone una ayuda complementaria para los proyectos de promoción local de las zonas deprimidas.También, para los habitantes locales, la recuperación y puesta en valor de los caminos, significa recuperar su memoria, recordando aquellas viejas rutas que con tanto esfuerzo se mantuvieron vivas, interpretando el importante legado que contienen y mirando con otros ojos los ecosistemas naturales de cada localidad.

lunes, 23 de abril de 2012

Sinopsis de: Ciegoaventura ruta 17; camping La Dehesa-Alto del Monsaete. Circuito V.

Tomando como punto de partida la Dehesa en la que se encuentra el camping de Cañamares, podremos alcanzar por dos vías diferentes el mirador situado en lo alto del puerto del Monsahete:
Si optamos por acercarnos en vehículo, lo haremos por la carretera que surge a la izquierda inmediatamente después, tras cruzar el puente sobre el río Escabas. Son 10 Km. de ida y vuelta. Se trata de una vía de acceso con rampas importantes para una silla de ruedas aunque como todo, es ponerse a ello e intentarlo. Escaso tránsito de coches pues la carretera principal discurre hacia el túnel. Atención a motos y ciclistas que aprovechan estas rampas con una buena dosis de curvas, para lanzarse a tumba abierta.
Si nos inclinamos por un buen paseo, pasaremos igualmente por el puente sobre el río pero en esta ocasión seguiremos por la carretera en dirección al túnel. Enseguida, aparece por la derecha un quitamiedos metálico que dejaremos atrás. A 100 metros de éste, descubrimos el ascendente camino. Son 5 Km. de ida y vuelta. Terreno muy accidentado con base de grava, buen número de piedras sueltas e incustradas y en alguno de los tramos presenta suelo arenoso muy deslizante. Ruta de dificultad media. Poca sombra. No hay agua.
Desde el mirador se tiene una buena perspectiva del valle y fondo boscoso.


Ruta 17.
"Camping La Dehesa-Puerto Del Monsaete"
Corta pero intensa.



Posibilidad de recorrido lineal o circular.

Ruta lineal por carretera.
10 Km.; ida y vuelta. No hay arcén.

Dificultad baja. Accesible para silla de ruedas.

Llevar agua, no hay fuentes.

La sombra dependerá del trazado de la carretera; por lo general, escasa.


Recorrido lineal por camino.
5 Km.; ida y vuelta.

Dificultad media. No accesible para silla de ruedas.

Llevar agua, no hay fuentes.

La sombra es regularmente buena.

Recorrido circular. 7,5 Km.


RUTA LINEAL POR CAMINO

Posicionamiento en la marcha.

Partiendo desde el http://www.camping-ladehesa.com/ emprenderemos la ruta girando a la diestra y tomaremos así el arcén derecho de la carretera. De manera que, estaremos enfrentados al cruce dejando Cañamares a la espalda.
Al frente: el cruce de carreteras.
Atrás: Cañamares.
A la derecha: el restaurante del “Camping”.
A la izquierda: Tráfico y, más allá, el río.
El arcén, es ancho pero atención, a bicicletas y motos.

Nota:
Como ya he referido en alguna ocasión, que los senderistas ciegos sin apoyo visual de nadie, nos vemos abocados a caminar por el arcén contrario que recomienda Tráfico. Las referencias, siempre serán mucho más fiables y cómodas al ir arrastrando un bastón por su límite; evitando así, oscilar peligrosamente hacia el interior del asfalto.
Fin de la nota.

A pocos metros por la izquierda, a unos 150 metros, se sitúa el puente por el que vamos a cruzar el río.
Tomando como referencia el sonido del tráfico (al topar) con los frenos o bordillitos en el asfalto, sabremos que estamos llegando a su altura.
Extrema precaución.
En ese cruce, convergen dos vías:
Una, en dirección a Fuertescusa; (al frente).
La otra, a Beteta; (hacia la izquierda).
El tráfico, en particular los enormes camiones en su de venir a Solán de Cabras, presentan una seria amenaza para nuestra seguridad, por lo peligroso que suponen sus maniobras de aproximación y giro. No estaría de más, alejarnos unos metros de la carretera, caminando tierra adentro sin perder la paralela con el asfalto; el terreno aquí lo permite.

El conocimiento que el puente ha quedado atrás, vendrá dado por el propio sonido de las aguas del Escabas precipitándose por pequeños rápidos. De igual manera, podremos escuchar la algarabía de bañistas. Será este, el momento esperado y cruzaremos la carretera.

Posicionando:
Tráfico a la izquierda. Río a la derecha.
El arcén es minúsculo.

Sin perder la referencia que nos facilita el borde de la carretera a la vez que, el quitamiedos que, no tardaremos en localizar, trazando un semicírculo con el bastón, es decir, lo que en movilidad se denomina: arco de doble punto, encontraremos sin dificultad el borde del puente por el que nos dispondremos a cruzar.

Posicionando:
Tráfico al frente y atrás.

Entre la barandilla de la derecha, y el quitamiedos metálico, podremos pasar al otro lado del río sin peligro, pues, forman un pequeño y estrecho caminito pero, seguro.

Nota a tener en cuenta:
En el pasado verano (Año 2011), se agrietó esta vía de paso lo que incide en su peligrosidad al poder facilmente provocar adcidente.

Finalizando este tramo, a la derecha, encontramos un estrecho sendero, bordeado por una gran cantidad de zarzales. Nos dirige a una cuesta descendente escalonada, ancha pero sin pasamanos. Cautela, abajo el río.
Buena zona de baño para el perro guía, si bien, extrememos el control en obediencia ya que, podría alejarse e introducirse bajo el puente.
No existe playa, solo piedra. Es zona muy húmeda y con terreno escurridizo.

Posicionando:
Tomamos de nuevo como referencia el puente habiendo cruzado por encima del río.

Si continuamos por este lado de la carretera, (arcén derecho), a unos 500 metros, y antes de alcanzar el túnel que se presenta ante nosotros, de 800 metros de largo; por el que tan sólo se autoriza tránsito de coches y camiones, encontraremos, el camino que nos llevará al mirador, situado sobre nuestra cabeza.

Reseña histórica.

Este camino, fue mandado hacer por Isabel II para su viaje a Solán de Cabras.
(La voz popular), cuenta que, bebiendo del caño de en medio, quedaría embarazada.

NOTA REFERENCIAL
No confundir este camino con alguno de los otros dos que hay anteriores:
Uno, nos conduciría a un chiringuito. Muy recomendables sus hamburguesas.
El otro, no es conveniente seguirlo ya que, nos interna en el bosque topándonos con fuertes subidas y gran cantidad de piedras sueltas. Si llegáramos a tomar este complicadísimo trayecto, no tardaremos en darnos cuenta del equívoco, pues, el tráfico, quedaría a nuestra espalda permanentemente. Sin embargo,
nuestra ruta sería: tráfico atrás, izquierda, izquierda, abajo. No hay referencias claras para su localización, ni quitamiedos junto a él, ni cambios notables en el arcén, no existen ni rocas que marquen su comienzo, es decir:
¡NADA! Toda una aventura.

El tío señas.

La paciencia, no solo, como madre de la ciencia, si no también, como máter de la perseverancia, sí, aquella que conduce a la sabiduría, nos procura herramientas con las que agudizar el ingenio, cuando, las dificultades, coexisten con (nos):
Criaturas, avocadas a contradecir los irritantes razonamientos de lo imposible e, inaccesible.

¡Bien!
¿De manera que?
¡TRABAJO DE CAMPO!

Obviemos, los caminos que van quedando atrás, después que hayamos pasado por el puente.

Caminamos a la par que, dejamos arrastrar el bastón o, dando toques en arco, entre asfalto y tierra.
¡Ojo!
El arcén es “pequeñiísmo”.

Habiendo transcurrido un buen tramo, denotaremos, el sonido metálico que tintineante, quejumbroso y mal herido, produce un quitamiedos galvanizado; con el que se enfrentará, la punta del periscópico dedo.
Con lastimeras emisiones de diapasón, irá marcando distintos colores fónicos, acompasados, por el rítmico compás de nuestras botas.
El arqueo del bastón irá paulatinamente siendo cada vez más amplio, debido, a que el quita sustos, se aleja un poco tierra adentro. Si no ha sido reparado, cosa que no me extrañaría, Percibiremos, como parte de él, se tumba en rápido repliegue, casi, sobre sí mismo, como si le diera vergüenza por el abandono gesto:

Disculpe, no me levante para saludarle.
“Groucho Marx”

Desde esta posición, contaremos 110 pasos, (zancada normal al caminar).
El camino, ¡Está aquí!
El comienzo, se sitúa al mismo nivel que la carretera.

Posicionamiento:
Se trata, de una plataforma despoblada de vegetación y tapizada por gravilla.
A la derecha, matorral.
Al frente, y a escasos pasos, ligera inclinación del terreno en ascenso con buena capa de matorral.
A la izquierda, Matorral y piedras pequeñas.

Girando, en sentido contrario a las agujas del reloj, podremos perfilar los laterales del camino. Éste, continúa su curso hacia las nueve, siempre, tomando la línea de la carretera como referencia

A la sillita la reina.

Desde este punto y hasta la mitad del recorrido, iremos identificando sin dificultad, los laterales y, por ello, el trazado del angosto paso.

Nota.
Pudiera ser que la cantidad, tamaño y disposición de piedras que van apareciendo a cada patada, golpe de bastón o, respuesta en brusco giro y subida (marca), del perro guía, sean, los restos del muro de contención del "Camino Real" Aunque en la realidad, buena parte del augusto sendero, se encuentra tapizado por ingentes cantidades de escombros, procedentes de la construcción del túnel. Son: ¡Tan majos! Mis machacas del mundo natural. Como cuando ensancharon la carretera junto al camping, y se cargaron así, por la cara, los gigantescos pinos centenarios de enormes raices que sobresalían al esterior; y que parecían, iban a salir andando con aquellos piezotes tan increibles.

Continuemos con el trabajo de campo.

Será conveniente, el intercambio de bastones, ora el convencional, ora el de apoyo.
No tardaremos en percibir como vamos ascendiendo por encima de la boca de gusano (el túnel).
Denotaremos, como desde las entrañas de la horadada montaña, son expulsados los gases por la ingesta de quienes la atraviesan, para ser posteriormente, escupidos con sonora exclamación (como quien se traga una mosca en verano).
Repentinamente, y tras haber dejado la zona de piedras sueltas atrás, nos encontraremos atravesando una pequeña meseta con matices difusos, en clara discordia, con las tan necesarias referencias que precisamos y en particular, en momentos como estos. Porque ¡Oh casualidad! Que siempre viene a ocurrir cuando estamos solos.
La solución de la inquietante situación, pasa por reforzar la orden de: recto, ejerciendo para ello, el permanente e insistente refuerzo del gesto ya conocido por todos los usuarios de mano y voz. Ello, debe mantenerse, durante al menos unos diez metros.
Una vez superada esta eventualidad, muy agradable por otra parte, pues los ruidos en torno nuestro serán provocados, con casi entera seguridad, por habitantes del espacio boscoso, como pueden ser: ardillas, lagartos, zorros,..; vamos a localizar una ligera subida, bien delimitada, con algo de graba, y:
Al fin, ¡Llegamos a lo alto!

Siguiendo migas de pan.

Posicionamiento:
Entraremos en contacto con la carretera del puerto.
Giraremos a la izquierda.
Hasta el mirador, son unos 150 metros.
Iremos encontrando:
Un largo quita miedos metálico.
Veintidós tocones de piedra. Entre cada uno de ellos, una separación de unos 40 cm.
Dos rocas pequeñas.
Tres metros sin protección alguna.
Una enorme roca que presenta en su borde lateral derecho, un desgarro ¿Quizás? ¿Un rayo? Lo más provable, sea por efecto del hielo.
Seguidamente, “el mirador”. ¡Hola mamá!
Se trata, de un recinto rectangular en el que, hay dispuestos varios bancos de piedra.

¿Qué vemos?

A las diez treinta, “Las Tres Marías”:
Se trata, del conjunto formado por varias rocas, creando la imagen surrealista como subjetiva, de tres personas acosadas por un toro.
La contemplación de las rocas, no es desde aquí la más apropiada ya que, tan solo se alcanza a ver el lateral del enclave. Se verá con toda su precisión (artística) yendo desde Cañamares hacia el camping.

A la una, "El camping De La Dehesa".

A las dos, “LA FRONTERA”.

A las tres treinta, “CAÑAMARES”.

De nueve a tres, “El Escabas”.

A las ocho, “el túnel”.


Ruta por carretera.

Posicionamiento en la marcha.

La otra opción en la subida es por la antigua carretera del puerto; poco transitada.
Situada en el margen izquierdo de la carretera habiendo pasado el puente del río, a unos 50 metros (aproximadamente).
Colocándonos en su margen derecho, en casi toda la subida, tenemos una perfecta referencia de quitamiedos metálicos.
Haciendo caso omiso a las interrupciones que en ocasiones aparecen, alcanzaremos fácilmente nuestro propósito.
Las interrupciones de los quitamiedos metálicos, son en ocasiones motivadas por caminos que, adentrándose en la masa forestal, conducen a pequeñas casitas o huertos en barbecho.
El entorno está formado fundamentalmente por grandes pinares y buena diversidad de árboles de distintas especies como de matorrales.





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